lunes, 24 de septiembre de 2012

Sobre amores secretos...

Hubo una edad de oro en mi infancia en la que sin querer, me entere de algunos amores secretos...
Y si mi papa tenia "una rubia" (¿evita?) a la que recordaba al parecer cuando con la Cherry cantábamos en el auto: Lily muñeca del cielo... ay lili ay lili ay love! y mi mama nos pedía, por favor, que no siguiéramos aprovechando el ratito... en que mi papa se bajaba del auto a buscar un remedio en la farmacia...
¿Lillith la antediluviana mujer anterior a Evita?

Mi abuela por parte de mi mama no se quedo atrás con su relato.
Debo haber tenido diez años cuando se me presento la oportunidad que paso a contar:
La abuelita Rosario Sierra no se salvo de mis interrogatorios...pues...
Cuando enviudo, mi abuelita nos visito con una caja llena de regalos ( a mi me toco un libro de Robin Hood) y se quedo uno o dos días en casa...
-Fijate que hace tu abuela... no la dejes sola...- me recomendó papa, que tuvo que desactivar todos los relojes a cuerda que sonaban y que molestaban a mi abuelita con sus sones (apenitas llego, nomas)...
Así es que después de darle un tecito de anís... le ofrecí si quería escuchar música...(no quiso: me dijo que le gustaba el silencio) y finalmente me senté junto a ella en el living de casa, esperando a que vinieran mis papas (que estaban trabajando, y mis hermanos en la escuela... solo yo quede a su cuidado porque en aquel tiempo tuve que ir a la escuela por la tarde).
Pero no me quede callada... y pronto comencé a indagarla, de como había llegado a la Argentina.
Ella decía que había venido junto a sus padres y hermanos desde Puerto Serrano. Hay que cruzar el charco...
-¿El charco? y eso que es abuelita?...
-El mar, hija... el mar... y era un barco lujoso alemán...nosotros como eramos pobres le pedíamos a los cocineros para poder ver como en el salón las mujeres de polleras largas y los hombres en lujosos trajes  bailaban el vals en el lustroso piso de parquet... 
Y luego de confesarme su admiración por Federico Garcia Lorca y relatarme su fin trágico en aquella guerra española...
me contaba que en aquellos tiempos los padres eran los que "arreglaban" los matrimonios de los hijos. Nadie se casaba por amor, sino que ellas eran entregadas a sus maridos por sus padres.
-¿Y nunca te enamoraste abuelita?-pregunte yo

Y entonces descubrí que mi abuela había tenido un amor secreto: un amor que solo fue de miradas...
Ella salia al balcón... y el pasaba siempre todos los días a la misma hora y se quedaban los dos mirándose...
-Y ¿que paso después abuelita?
Después me case con tu abuelo y el se caso con otra... a veces lo veía o me veía...cada uno hizo su familia. Pero nunca pronunciamos ninguna palabra de amor.
Con tu abuelo siempre nos tratamos de usted, jamas íbamos los dos al baño al mismo tiempo. eso no se usaba.
Algunos de mis hermanos luego regresaron a Puerto Serrano, yo nunca volví.

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