martes, 29 de diciembre de 2015

-Si... se llama el perfume que Diana me quiso regalar...

-Si al amor...si a la vida...-decía la propaganda...
y anduve recordando a mi papa...cuando me recitaba estos versos:
Si puedes conservar tu cabeza, cuando a tu alrededor
todos la pierden y te cubren de reproches
;
Si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti
los demás hombres y ser indulgente con su duda;
Si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera;
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
Y si eres odiado, no devolver el odio; sin que te creas,
por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo;
Si puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen;
Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único;

Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores;
Si puedes soportar que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazo de los tontos,
O contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho,
y agacharte y construirlas de nuevo,
aunque sea con gastados instrumentos!
Si eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos
y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida!
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando: “persistid, es la orden!!”
Si puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos;
Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos,
pueden causarte daño;

Si todos los hombres pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado;
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto,
con el valor de los sesenta segundos de la distancia final;
Tuya será la tierra y cuanto ella contenga

Y -lo que vale más- ¡serás un hombre, hijo mío! 
“Si…” (originalmente “If—”) es un poema escrito en 1896 por el autor inglés Rudyard Kipling, premio Nobel de Literatura, que en aquel momento contaba con 31 años.
Que hermoso poema papa...
Que felicidad el recuerdo de haberlo conocido de tus labios...
Y ahora recuerdo el cañito de la Plaza principal de Catamarca y la Cherry y yo turnandonos por beber apretando del botoncito de ese cañito...
Que lindos recuerdos...
Ahora pienso en el tuit de RF ese que dice -Odiado Felipe...(lo peine: por eso llora, es p... como el padre)
El llora.
Pequeño niñito sufriendo...
Justicia quiero, no venganza,
La Justicia es dulce como el agua clara del Rio del Tala...
La venganza amarga como la hiel.
Respira hijo, vas a estar bien...

martes, 15 de diciembre de 2015

Tengo de oro el corazon...

El dia que la Mud gano me desperte con la sonrisa de la Cherry y la actitud como si hubier hecho una picardia del periodista cubano de La Ojilla...
Eran las tres de la mañana, y Jose desde su dormitorio dijo con tristeza:
-Ganaron...-¡quienes? pregunte desde el otro lado de la pared...- los de la Mud en Venezuela... recien terminaron de contar los votos... una victoria aplastante...
En el nombre del Padre...
¡la Hoz?) el martillo cayo...(supe que perdian cuando cayo el martillo de picar carnes en mi cocina: cristina eligió a Belgrano)
del Hijo...

y del Espiritu Santo...



Y por la señal de la Santa Cruz...
Con su amor mi madre me enseñó
a reír y soñar,
y con besos me alentó
a sufrir sin llorar...
En mi pecho nunca tengo hiel,
en el alma canta la lusión,
y es mi vida alegre cascabel.
¡Con oro se forjó mi corazón!...
Siempre he sido noble en el amor,
el placer, la amistad;
mi cariño no causó dolor,
mi querer fue verdad...
Cuando siento el filo de un puñal
que me clava a veces la traición,
no enmudece el pájaro ideal,
¡porque yo tengo de oro el corazón!...

Entre amor
florecí
y el dolor
huyó de mí.
Sé curar
mi aflicción
sin llorar,
¡tengo de oro el corazón!...

¡Los ruiseñores de mi alegría
van por mi vida cantando a coro
y en las campanas del alma mía
resuena el oro del corazón!...

Yo pagué la negra ingratitud
con gentil compasión,
y jamás dejó mi juventud
de entonar su canción...
Al sentir el alma enardecer
y apurar con ansia mi pasión,
no me da dolores el placer,
¡pues tengo de oro puro el corazón!...
Entre risas pasa mi vivir,
siempre amé, no sé odiar,
y convierto en trinos mi sufrir
porque sé perdonar...
Mi existencia quiero embellecer,
pues al ver que muere una ilusión,
otras bellas siento renacer,
¡mi madre me hizo de oro el corazón!...
¿Un San Martin? 
¡Juan? Jose Manuel de la Sota
Juan recostado en las Montañas de Venezuela en la Grita.

Juan Duarte
Juan el Bautista
Aqui un hombre sin corazon... alla uno sin cabeza...
Cordoba y el baston de Mando.



Amen