El primero cuando Cherry me invito a tocar y tocar las campanas de la Iglesia del Corazón de María... hasta que el curita que nos iba a dar la primera comunión se dio cuenta y nos corrió!
El segundo fue cuando una mañana que tenia que ir a visitar a mi marido conscripto al Regimiento... yo tenia 19 años! me vino a invitar a navegar en velero Alejandro mi hermano menor... necesitaban una mujer con cabellos largos que les mostrara para donde soplaba el viento!
Era un viento zonda de aquellos y la velocidad del velero era tal: que nos tirábamos para hacer el contrapeso casi rozando el agua... (yo había sentido el vértigo de la velocidad con José y su manera a lo Fangio de conducir a veces! pero esto era distinto peligroso y al mismo velocidad silenciosa! la emoción que me generaba era increíble!) hasta que una mala decisión de Alejandro que pensaba que íbamos a chocar con una tremenda roca de la orilla... (tuve que obedecerlo porque estaba de invitada, pero supe que no era lo que debíamos hacer!)... me pidió que hiciera el contrapeso contrario al que debíamos hacer... y el momento de mayor gozo... de alegría indescriptible fue el sentir como me arrastraba el agua como un embudo sin fin y abrir mis ojos y ver la vela al revés bajo el agua fue algo que nunca olvide!
Después... llegar a la orilla! porque el salvavidas que era un chaleco: como un corcho me llevo (sin que se lo pidiera) a la superficie... y darlo vuelta de nuevo al velero entre los tres... y volver a navegar de regreso al Club náutico y tiritando llegar a cambiarnos para ira al Regimiento 17 de Infantería Aerotransportado a ver a mi marido... los jeeps de los oficiales que salían y sin ningún
respeto por los visitantes casi nos tiraban encima... tiempos difíciles... emociones... inmadurez.
Escribo y soy parte del Grupo literario el Hornero de La Rioja...
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