Una de las empleadas domesticas de casa, cuando mis padres no estaban, ponía en el tocadiscos una y otra vez los Blue Caps, hasta hacerme doler la cabeza… yo estaba en etapa de cambios hormonales y no era difícil que la cabeza se me partiera en dos y que me pareciera ¡¡¡ que iba a estallarme con tanto ruido !!!…
Teresa no me llevaba el apunte, ¡quien era yo? una pendeja y como los patrones no estaban: cuando le pedía que bajara el volumen, lo subía mas (yo era demasiado chica como para poder darle ordenes a ella, según me decía)… y hasta hoy recuerdo aquellos días en que: -Déjame mirarte… que así yo sooooy feliiiiz, sonaba a todo lo que requete-daba en el tocadiscos,del living de mi casa.
Tal vez fue aquel primer acercamiento forzoso a la música progresiva o tal vez fue que las escuche a mi compañeritas de la Normal cantando aquel bello tema lo cierto es que:
Hace tantos tantísimos años… una compañera ¿se llamaba Sara Vega? no recuerdo bien... (escribí sin querer: de la primavera pero en realidad quise decir:) de la primaria, me prestó el primer disco de Sótano Beat que le abrió las puertas de mi casa a los Beatles.
Era el disco Cebando mate con amor de la talentosísima Tormenta… que venía en un long play de Sótano Beat que era puro color… y al escucharlo mi papa salió a visitar las casas de disco en las que solia comprar musica y rápidamente se consiguió a los Beatles.
En seguida me enamore de aquella musica de Yesterdey y Michel ma beeeel
Y recuerdo que dijo que era: porque tenía miedo que le lleváramos a los Rollings Stones…(que eran loquísimos y desde ya nos los prohibia mientras que estos chicos de Liverpool eran mas descentitos aunque estas guitarras eléctricas sonaban algo asi como a latas pero que le vamos a hacer ¿son la moda…! Y al menos son mas melodiosos que los otros… )
Mi papa amante como era del jazz y la música clásica opinaba que:
Los Beatles eran lo más aceptable de la nueva onda… despues, alguien los comparo por la tve con los cuatro jinetes del Apocalipsis, pero en fin... estaban permitidos y todo gracias al dolor de mi cabeza, de los blue caps y su dejame mirarte y por supu de cebando mate con amoooor...
Yo no puedo dejar de pensar que la Cherry (bautizada así: cereza en ingles; por mi padre en recuerdo a aquel viejo tema de jazz que amaba) o sea la Nelly era una Rolling Stones en potencia…
Aun no puedo comprender como la "amansaron" de casada... Ñaña...ñaaaaañaaa ¡te acordas hermana que tiempos aquellooooos!
La recuerdo a mi mama persiguiéndola descalza con una chinela en la mano tratándola de alcanzar para “corregirla” por alguna de sus típicas “travesuras” y verla haciéndole atrevida una sacada de lengua con pito catalán… primero en la nariz y luego en las dos mejillas: mientras mi mama, cansada al fin, y sin posibilidad alguna de alcanzarla: rompía a reír avergonzada y me decía: ¡me gano!- era imposible de corregir.
O cuando decidió que la mejor manera de “jugar” con las vecinitas Mónica y Claudia Fernández que vivían con su abuelita en la casa que daba a los fondos de casa era hacer tortitas de barro que dejábamos secar… y se las disparábamos como proyectiles… hasta que a alguna de las otras dos niñas… que compartían la guerra que les habíamos iniciado: se les ocurrió agregarle un vidrio a las tortitas de barro: y la Nelly termino con la cara ensangrentada.
Y mi mama casi se muere del susto pensando que su hija menor se había quedado ¿sin un ojo! Porque la sangre que brotaba de su frente era tanta que parecía que le habían reventado uno de ellos.
Por fin, que mi papa decidió: que ya era suficiente vecindad y se decidió a cerrar aquella mediane-ra alambrada con una pared de ladrillos… y terminar con aquellos gallineros que colindaban y en los que además de recoger huevitos y compartir los conejitos que se “pasaban” del otro, ayudaron a criarnos junto a tantos animalitos tan bellos: pollitos, patitos y hasta un chivito que cuando fue sacrificado en aquellos tiempos en los que a mi papa lo dejaban sin trabajo: Susy mi hermana mayor pregunto:
-Papa ¿tendrá frio el chivito?- y mi papa que era un ser de una gran sensibilidad, se levanto de la mesa y no comió mas.
Susana mi hermana mayor era “la inglesita” (que no fue)… así le decía la tía Cuca… porque mis padres se casaban y (añoranza que nunca pudo cumplir, mi viejo) regresaban al viejo mundo, a la Europa natal de sus padres…
Y es que, lo iban a nombrar agregado cultural de la embajada argentina en Londres, y por esas cosas que tiene la vida… el embajador falleció y mis papas terminaron en Andalgala comiendo chocolatines en el cine… y conociendo a…(queda el interrogante: para la próxima entrada)
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