El tio Martin fue socio de mi abuelito,cuando la crisis del treinta lo dejo en bancarrota y los espíritus feroces le dieron tremenda paliza... que tiempo después devino en su muerte.
Martin Duarte era medio gordito y era pura sonrisa y mejillas grandes y rosadas: murió de noche, en su cama de matrimonio de un infarto por su diabetes...
A mi me pusieron a dormir en aquella cama junto a la tía .. frente de mi una velita blanca a la Virgen del Valle era prendida cada noche por la abuelita Isabel (que decía que si se me aparecía algún alma en pena que la insultase para que se fuera) y yo asustada no me podía dormir...(recordando que a la abuela se le había aparecido el abuelo en aquella ventana...y ella lo habia retado para que se fuera.)
Muchos años después: mientras trataba de estudiar abogacía en Tucuman... me sucedió algo que aun no puedo olvidar y que si no existen los espíritus no tengo otra explicación.
Me encontraba pensando en mi novio y me entretenía recordando sus caricias y besos ( o sea me estaba poniendo mimosa) y de repente sentí que me daban un tremendo nalgazo que fue tan fuerte, pero tan fuerte, que tuve que levantarme...
Inmediatamente: busque debajo de la cama y por toda la casa.
Pero no había nadie... todos habian salido a hacer compras y me habian dejado solita.
Entonces recordé de nuevo que en aquella cama había fallecido el tio...¿tal vez lo molestaban mis pensamientos? quizas...
La abuelita y mi papa de luto al igual que mi hermanito Alberto que aparece junto a la Cherry comiendo naranjas. Es la casa que quedaba en la calle Blas Parera (uno de los autores del Himno Nacional argentino) y día en que mi abuelito cumplía años justo el día del Himno...Memoria (la Inteligencia argentina otra vez esa que viene de la vieja Europa y que recordara en su libro Memoria: condenado e incendiado Giordano Bruno).
Debe ser el día en que nos vimos por primera y única vez (Claudia Leon llegaste con tu hermanita y tus abuelitos) y en que viste con nosotras las peliculas que mi papa había comprado en una maquinita para proyectarlas en la pared de Carlitos Chaplin y de las ardillitas de Wlat Disney :ese día en que jugábamos con los regalos del Niñito Dios (un aparatito que inventaba burbujitas de jabón que volaban en el aire) y que a la Beatriz le gustaba mas que su muñeca enorme de flequillito rubio que era casi tan alta como tu..y que era el regalo de su papa el Chichi...( tenes una memoria de elefante diría mi hermana Diana: riéndose de mi)
Pobre mi papa.
Primero fue su hermana la tía Isabel (que siempre recordare porque decían que incorporándose con los brazos abiertos, exclamo: ¡Papa! en un ultimo suspiro...porque de seguro que vio al abuelito Jose que habia venido a buscarla...
Luego el tío Martín....(que en la noche de su velorio sintió mi papa que lo llamaba Lulooooooooo! Luloooooooooo! (como lo apodaban a el), enseguida la abuelita Isabel justo ¡en Primavera!, su suegro (mi abuelito Ramón), el tío Jose y finalmente mi mama y el tío Ricabarra, en solo unos pocos, ¡ poquísimos años...!
demasiadas perdidas... todas muy importantes para el y todos nosotros...
-Todo es un sueño Anita. nada mas que un sueño...
eso es la vida hija demasiado corta para tomarla demasiado en serio: no te cases hija... no te cases.
y lo recuerdo recitando aquellos versos de un poeta salteño:
La Muerte es solo un camino. Un camino para llegar al cielo.
Dormidos en la tierra nos despertamos lejos...
Y pasaran los años y los años, y a los seres queridos que también nos quisieron...
Los curara el olvido de nuestra ausencia.
¡Ese gran curandero!
Pero tal vez la luna... atraves de las ramas dormidas de los cipreses...
se acerque hasta mi tumba:
para llorar en silencio.
Diana y yo y en la foto de abajo (el primer caballero de traje negro a la derecha arriba)
es el tio Martin Duarte
No hay comentarios:
Publicar un comentario