Querida Analia: mi ausencia se debe a que se nos quemó la fuente de la computadora y recién nos entregan. De modo que aunque con demora te voy a continuar mandando algunos recuerdos de la abuelita.
Era tiempo de carnaval y los vecinos que habían comenzado a festejar temprano, a las 5 de la tarde se retiraron a descansar bastante bebidos.
Papá estaba enfermo, no sabría decirte que tenía pero lo cierto es que su tensión marcaba 4 y estaba casi en coma. Recuerdo que mamá lo sacudía y le gritaba que se despierte. Minutos después reaccionó y abrió los ojos.
En ese tiempo la abuelita Isabel vivía en Tafí Viejo, en casa de tía Encarnada. A la mañana siguiente se presentó de visita preguntando "qué le pasó a Pepe?" y contó que a las 5 de la tarde ella estaba en una mecedora tejiendo y de pronto vio una figura transparente de papá, de pié frente a ella, que dejaba traslucir el reloj de pared de la sala que marcaba las 5 en punto. Contaba que había sentido la voz de papá que le decía:"que mal estoy Doña Isabel, qué mal me siento" y desapareció. Por supuesto quedamos impresionados por lo que nos acababa de contar.
La abuelita tenía capacidad de ver cosas como éstas y el abuelo José también.
Me contó que cuando vivían en el almacén varias veces había visto figuras apenas luminosas sobre las bolsas abiertas, como fantasmas, pero lejos de tener miedo le venía como una fuerza y con voz firme las echaba diciendo Fuera! Vete! y desaparecían.
También contaba que cada vez que el abuelo regresaba de un velorio se encontraba con el muerto en su cama y después de unas puteadas conseguía echarlo.
Yo recuerdo que muchas veces, y digo muchas, tenía que llevar el equipo de ejercicios y otras cosas al colegio, y en el atropello de correr para llegar a tiempo me frenaba de golpe en la puerta o en la esquina porque en mi cerebro la voz de mi madre me decía Pepe y yo ya sabía de que se trataba, me estaba recordando lo que había olvidado de llevar.
Cuando ella volvía de la escuela me decía que sí había llevado el pantalón de ejercicio porque ella había sentido que me volvía a la casa a buscarlo.
No sé si habrá alguien mas en la familia que tenga el don de la transmisión parasicólogica, mente a mente sería bueno averiguarlo.
Buena querida prima espero que te encuentres bien, cariños a tu esposo, besos de Chiqui y mios.15/07/2004
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